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Tipos de liderazgo: escoge el que se adapte mejor a tu empresa

¿Alguna vez te has preguntado cuál liderazgo es mejor y cuál deberías aplicar en tu empresa? Es difícil decir que uno es mejor o peor que otro. Sin embargo, es posible que los liderazgos puedan variar según la circunstancia o el tipo de cultura organizativa que se tenga.

La realidad es que cada autor plantea un tipo de liderazgo con ciertas características. A continuación te mostraremos la definición de algunos autores para que elijas cuál se ajusta a determinado momento dentro de tu organización y el que se amolda mejor a la relación que quieres establecer con tus empleados.

El psicólogo y filósofo alemán, Kurt Lewin, postuló tres tipos de liderazgo:

Autocrático o autoritario: la toma de decisiones es centralizada, es decir, que el líder lleva el mando y, por lo tanto, no hay discusión sobre qué alternativa puede ser mejor. El líder decide y controla, los subordinados solo acatan órdenes.

Este tipo de liderazgo es conveniente para momentos de crisis en los que se requiere una toma de decisión más rápida, permite un norte más claro y que se incremente la productividad a corto plazo.

Sin embargo, habrá menos creatividad lo que desencadena la desmotivación en los empleados al no permitirse su participación, por lo que buscarían otras opciones de trabajo y ocasionar una mayor rotación del personal. Además, los integrantes generan más dependencia del líder, de modo que si se ausenta, perderían la dirección.

Democrático: los miembros sí tienen voz, por lo que existe una escucha activa, está permitida la participación y las decisiones se toman en conjunto.

A diferencia del estilo anterior, los empleados se sentirán más motivados al ser tomados en cuenta, esto propiciará un ambiente de trabajo en equipo y decisiones más sopesadas a fin de garantizar la mejor elección posible, se sentirán más satisfechos con su trabajo lo que desarrollará su sentido de pertenencia con la compañía.

Por el contrario, este estilo no es tan conveniente para todas las situaciones, pues para momentos de mayor presión es necesario más rapidez y este modelo requiere más tiempo, lo cual ralentizará el trabajo. Aunado a ello, siempre estarán la diferencia de opiniones, de manera que si no se maneja apropiadamente, provocará conflictos.

Laissez-faire o Liberal: la toma de decisiones está a cargo del equipo, el líder solo comparte sus consideraciones y son los miembros los que se encargan de decidir, así se logra una mayor autonomía.

No es apropiado para todos los equipos de trabajo, se requiere que sean empleados altamente calificados. Siempre está latente la posibilidad de que la carga de trabajo sea desigual, así habría empleados más sobrecargados que otros.

La falta de un líder puede ocasionar conflictos internos. Si bien es cierto que serán más creativos e innovadores, es posible que pierdan la dirección en algún punto y esto disminuya su productividad.

Por su parte, abordaremos tres postulados del psicólogo, periodista y autor estadounidense, Daniel Goleman, que se diferencian de los expuestos anteriormente:

Afiliativo: se priorizan las relaciones y los vínculos, a fin de que el clima de trabajo sea armonioso, genere confianza y propicie el bienestar de los miembros.

Este modelo no es propicio para todos los grupos, especialmente en situaciones de crisis o cuando se tomen decisiones con rapidez. No obstante, permitirá que el equipo esté cohesionado, lo que propicia el trabajo en equipo y su satisfacción, genera una mejor comunicación, de modo que se reduce el estrés con un ambiente positivo, habrá mayor creatividad y los empleados estarán más dispuestos a tomar riesgos.

En cambio, es posible que el equipo pierda el norte a largo plazo, se dificulte la toma de decisiones difíciles y tolere el bajo rendimiento de sus empleados.

Coaching: permite que su equipo desarrolle sus habilidades, mientras identifica sus fortalezas y debilidades para sacar el mayor provecho de sus capacidades. Brinda un futuro con mayor autonomía.

Este tipo de liderazgo beneficia en que no habrá una rotación de personal frecuente, existe una mayor adaptación al cambio, se incrementa la motivación y se mejora el manejo de los conflictos.

Por el contrario, requiere una mayor inversión de tiempo, se necesitan habilidades de coach (desarrollo profesional y personal), escucha activa y empatía. También si el equipo genera dependencia del coach, no desarrollarán su iniciativa. Incluso si se implementa un programa de coaching, implicaría más costos para la empresa.

Visionario: con una visión clara hacia lo que quieren ser como compañía, motiva a sus integrantes a cumplir un objetivo común.

Los equipos de trabajo con un líder visionario tienen mayor motivación y son inspiradores; tener a un jefe que se anticipa a los cambios, lograría que su equipo se adapte a estos; de esta manera, la empresa reduce la rotación de personal y retiene más tiempo a su talento, mientras mejora su reputación.

Por otro lado, es posible que se desconecten de la realidad y les cueste establecer objetivos alcanzables, lo que dificultará que cumplan su visión. Además, les costaría aceptar una visión más realista, no tendrían metas a corto plazo y pueden generar dependencia del líder.

Este tipo de liderazgo requiere que haya equilibrio entre la realidad y los objetivos a largo plazo.

Ahora, al tomar en cuenta los tipos de liderazgo propuestos por ambos autores, considera cuáles son los atributos de un buen líder y por qué esas características se alinean con ciertos tipos de liderazgo.

 

Un buen líder es

Íntegro: honesto, responsable, de fiar y que actúe desde la ética. Sus acciones deben ser cónsonas con sus valores.

Visionario: que inspire a su equipo por su clara visión y metas alcanzables, con un camino trazado para conseguir los objetivos.

Se comunica asertivamente: de forma clara y concisa. Su comunicación verbal y no verbal no es ambigua. Siempre mantiene la escucha activa.

Propicia la autonomía: sabe delegar responsabilidades y confía en el potencial del equipo que formó.

Motivador: inspira a que sus miembros saquen lo mejor de sí y crezcan como profesionales.

Adaptativo: tiene capacidad de adaptarse a los cambios y conflictos que enfrenta.

Empático: puede entender la posición del otro, desde la comprensión de sus necesidades y miedos.

Aprende continuamente: siempre dispuesto a aprender y mejorar.

 

Si leíste hasta el final, podrás identificar los liderazgos que requerirán para cuando sea necesario. Considera que para un liderazgo más efectivo, es importante que combines varios de estos. Recuerda que, por ejemplo, algunas tomas de decisiones requieren mayor autoridad; otras más participación.

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